Este gesto se produce en medio de tensiones intensificadas, cuando un grupo de legisladores estadounidenses llegó a Taipei.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, expresó buena voluntad y ofreció cooperación con China el domingo después de dos días de ejercicios de guerra chinos cerca de la isla. El presidente Lai expresó su deseo de mejorar el entendimiento mutuo y la reconciliación con China, a pesar de los recientes ejercicios militares realizados por China alrededor de Taiwán.
Esta oferta de cooperación fue reiterada como parte de su compromiso de mantener la paz y la estabilidad en la región. La medida es significativa en el contexto del discurso de toma de posesión del nuevo presidente de Taiwán, donde instó a China a detener sus amenazas militares y políticas contra la isla autónoma. La postura del presidente Lai es una continuación de las políticas del Partido Democrático Progresista (PPD) para defender la soberanía de Taiwán.
En su discurso de toma de posesión, el Presidente Lai Ching-te pidió a China que «cese su intimidación política y militar contra Taiwán» y comparta la responsabilidad de mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y en la región en general. A pesar de los recientes ejercicios militares, el presidente Lai reiteró su voluntad de trabajar con China, con el objetivo de evitar una guerra que devastaría al mundo. Destacó la importancia del diálogo sobre la confrontación y la necesidad de que China respete las decisiones del pueblo de Taiwán.
El enfoque del presidente Lai contrasta con la advertencia de China de que el liderazgo de Taiwán está empujando a la isla autónoma a una «situación peligrosa de guerra y peligro» y que iría «más lejos» si la provocan. El nuevo presidente de Taiwán ha prometido continuar el impulso de su predecesor para mantener la estabilidad con China y al mismo tiempo fortalecer la seguridad de Taiwán mediante la importación de cazas avanzados y otra tecnología de Estados Unidos, entre otras medidas.
La visita de la delegación estadounidense a Taiwán, la primera desde que el presidente Lai asumió el cargo, subraya el compromiso de Estados Unidos de profundizar su «larga relación no oficial» con Taiwán para trabajar juntos para mantener la paz y la estabilidad a través del Estrecho. Sin embargo, la visita y las declaraciones del presidente Lai se producen en medio de ejercicios militares de China alrededor de Taiwán, que China calificó de «castigo» tras el discurso de toma de posesión del presidente Lai.
La situación sigue siendo tensa, y China advierte que el liderazgo de Taiwán está empujando a la isla autónoma a una «peligrosa situación de guerra y peligro».
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